Las 10 plagas agrícolas más comunes del verano

Las altas temperaturas de este 2022 están siendo el mejor caldo de cultivo para favorecer a las plagas que tantos daños ocasionan a las explotaciones agrícolas de frutales, hortícolas u olivos. Analizamos, con la Estación de Avisos de INTIA, las plagas más previsibles para un verano tan atípico.

24 de junio de 2022.- Las elevadas temperaturas que se han registrado entre los meses de mayo y de junio han propiciado una mayor presencia de algunas plagas como pulgones, psilas, cicadélidos y algunos lepidópteros. Además, esta situación está propiciando que las plagas se desarrollen más rápidamente y hayan adelantado su aparición con respecto a otros años.

Sin embargo, hay aspectos no tan negativos derivados de esta primavera tan seca y calurosa, como la menor incidencia de algunas moscas o que la presencia de enfermedades en cultivos que habitualmente se suelen producir en esta época, este año sea anecdótica. 

Teniendo en cuenta las condiciones particulares de estos meses, las 10 plagas agrícolas con mayor presencia en este tiempo estival según la Estación de Avisos de INTIA son las siguientes:

1)    Carpocapsa (Cydia pomonella) en frutales de pepita y nogal. Conocida como agusanado del manzano, es la plaga más importante de los frutales de pepita por los daños que puede ocasionar. Las orugas penetran en los frutos y se alimentan de su interior creando galerías que llegan hasta las semillas. En nuestra zona 2 generaciones y una tercera incompleta.

2)    Agusanado de la ciruela y arañón (Grapholita funebrana). Las orugas penetran en el interior del fruto y perforan los frutos hasta llegar al hueso. Los frutos atacados disminuyen su desarrollo. Realiza 4 generaciones al año.

3)   Polilla oriental del melocotón en frutales de hueso (Grapholita molesta). En el mes de mayo sus orugas se alimentan de los brotes tiernos y a partir de junio los daños los producen en los frutos penetrando hasta el hueso. Realiza 4 generaciones al año.

4)   Taladro del melocotón en frutales de hueso (Anarsia leneatella). Las orugas se alimentan de brotes tiernos y del fruto. Penetra en los frutos de forma superficial por la zona próxima al pedúnculo. Su vuelo es más tardío que el de la Polilla oriental del melocotón y realiza 3 generaciones anuales. 

5)    Polilla del racimo (Lobesia botrana). Es la principal plaga que afecta al cultivo de la viña de vinificación. Realiza 3 generaciones anuales produciendo daños directos e indirectos al afectar tanto a la producción como a la calidad.

6)    Psila del peral (Cacopsylla pyri) con alta presencia en algunas parcelas de peral este verano. Los daños se producen por la succión de la savia y excreción de melaza sobre la que se instalan hongos que manchan las hojas y los frutos.

7)    Polilla del olivo (Prays oleae) con presencia alta en la zona Sur de Navarra. Presenta 3 generaciones anuales y cada una de ellas se alimenta de diferentes órganos de la planta: hojas, flores y frutos.

8)    Mosca de la aceituna (Bactrocera oleae). Es la plaga más importante del cultivo del olivo. Los adultos realizan la puesta en la aceituna y las larvas se desarrollan y alimentan en el interior de la aceituna produciendo disminuciones de producción y afectando a las características organolépticas del aceite. Se espera el inicio del vuelo a principios de julio.

9)    Pulgón. Elevada presencia de pulgones en cultivos hortícolas y condiciones muy favorables para la presencia de ácaros eriófidos. Presión también muy importante de pulgones en cultivos como alfalfa y colza.

10)    Lepidópteros en hortícolas. Los diferentes lepidópteros que afectan estos cultivos han adelantado también su presencia. Taladro del tomate (Helicoverpa armigera), Gardama de hortícolas (Autographa gamma), Rosquilla gris (Spodoptera exigua) y gusanos grises (Agrotis sp) están siendo las más abundantes en los diferentes cultivos hortícolas.

Como contrapunto o aspecto no tan negativo, destaca también la escasa incidencia de las diferentes enfermedades, que, en estos meses, y como consecuencia de las lluvias y temperaturas suaves de la primavera suelen afectar de forma generalizada a los cultivos. Hablamos de monilia (Monilinia sp), mildius (diferentes especies), mancha negra del peral (Stemphylium vesicarium), moteado del mazano (Venturia inaequalis) así como diferentes bacteriosis que suelen afectar tanto a cultivos leñosos como hortícolas.

Información facilitada por la Estación de Avisos de INTIA, herramienta impulsada desde el proyecto LIFE IP NAdapta CC de adaptación al Cambio Climático en Navarra.