INTIA programará nuevos cursos de agricultura de precisión tras el éxito de asistencia registrado
Los cuatros cursos ofrecidos por INTIA sobre agricultura de precisión han llenado su aforo con un balance total de 130 asistentes. “A pesar de que el sector agrícola navarro dispone de tecnología para la dosificación variable, su uso es casi anecdótico”, señala Ana Pilar Armesto, responsable de estos cursos.
13 de diciembre de 2023.- INTIA ha cerrado su programa formativo dedicado a la agricultura de precisión con un balance de 130 personas asistentes y con el aforo completo en los cuatros cursos ofrecidos, lo que demuestra el interés del sector en este tipo de clases teórico-prácticas. El próximo año se mantiene la intención de realizar de nuevo esta formación cuyo principal objetivo es que las personas que se dedica al sector primario puedan realizar un análisis exhaustivo de sus explotaciones y disponer de la información necesaria que pueda ayudar en la toma de decisiones.
En una encuesta de INTIA, realizada hace dos años y dirigida a profesionales del sector agrícola navarro que ya disponían de maquinaria de agricultura de precisión, se les preguntó en qué grado estaban utilizando este tipo de tecnologías. Aproximadamente la mitad, cerca de un 50%, respondía que realizaba un análisis de suelo en sus parcelas lo que demostraba que existe una inquietud en la toma de datos de sus superficies. Y pese a que el 87% mostraba interés en realizar pruebas de dosificación variable en sus tierras, el 99% reconocía que utilizaba esa maquinaria únicamente en una gestión manual.
La jornada formativa de esta mañana en las instalaciones de INTIA en Villava / Atarrabia ha contado con un parte teórica y explicativa y otra parte más práctica con ejemplos, casos reales, y una sesión de intercambio de experiencias con agricultores que ya utilizan técnicas de dosificación variable. La ponente, Ana Pilar Armesto, técnica de I+D de INTIA, ha hecho hincapié en que son cuatro los procesos clave, a tener en cuenta cuando hablamos de la agricultura de precisión.
La definición de agricultura de precisión señala que se trata de una estrategia de manejo que recoge, procesa y analiza los datos temporales, espaciales e individuales y los combina con otras informaciones para apoyar decisiones de manejo de acuerdo con la variabilidad estimada para mejorar la eficiencia del uso de recursos: la productividad, la calidad, la rentabilidad y la sostenibilidad de la producción agrícola.
El primero de los cuatros procesos que están en un ciclo continuo es la adquisición de datos. Una evolución que se ha producido gracias a que disponemos de sensores, sistemas de navegación vía satélite, observación georreferenciada asociada al terreno, toda la información procedente de teledetección, sensores meteorológicos, climatología o digitalización… son datos que se recopilan en plataformas, y que nos da una información muy interesante sobre nuestros cultivos, suelo, clima o rendimiento.
Una vez que tenemos el punto base de los datos recogidos, otro de los procesos clave en agricultura de precisión es el del análisis de toda esa información, procesar los datos e intentar crear mapas fiables y entendibles. Para ello se utilizan todas las tecnologías del Sistemas de Información Geográfica (SIG o GIS en inglés), técnicas de geo-estadística, por ejemplo se ha mostrado cómo consultar índices de vegetación de cualquier parcela, en la plataforma libre EO Browser.
Otro de los puntos o procesos clave es la toma de decisiones, porque si los pasos anteriores pueden ser fuentes externas, en esta parte es el profesional que está en el campo debe realizar su propio análisis y su interpretación agronómica a partir de esa información recibida. “Por eso es tan importante que las plataformas que estéis usando en la monitorización y análisis de datos incorporen herramientas de ayuda a la decisión o modelos agronómicos que sean fiables y asépticos, que realmente estén testados para adoptar las decisiones junto con la propia experiencia”, señala Ana Pilar Armesto de INTIA.
En el curso se ha mostrado la plataforma SATIVUM desarrollada por ITACyL y puesta a disposición gratuita, como herramienta para monitorizar cultivos, y gestionar plan de nutrientes y mapas de prescripción.
El paso final es la actuación en campo a partir de los mapas de prescripción, se hace un manejo específico en cada punto de la parcela con los nutrientes, semillas o inputs que queramos incorporar. “Para ello, debemos contar con maquinaria preparada que pueda realizar esa dosificaciones variables o control de tramos, los sistemas de navegación vía satélite para saber con seguridad dónde estamos aplicando, y a partir de ahí, hay plataformas que recogen toda esa información y con esos datos vuelven a la adquisición de datos y se cierra así el circulo”, concluye la técnica de INTIA.
Por último, Ana Pilar Armesto, ha presentado los resultados de la experimentación ON Farm, realizada en la campaña 2023 en cuatro parcelas de particulares del sector agrícola navarro colaboradores y en la finca experimental de INTIA en Ilundain. Se trata de un tipo de experimentación que utiliza la variabilidad existente en las parcelas, para proponer un diseño experimental evaluable y ejecutable con maquinaria de precisión.
Finalmente, Javier Torrecilla, técnico de I+D de INTIA, ha dinamizado con las personas asistentes un debate sobre cómo ven el modelo de integración tecnológico en nuestra agricultura, y se han compartido experiencias, no siempre positivas en la realidad de la integración tecnológica, como por ejemplo la necesidad de disponer de banda ancha y conectividad de calidad en las zonas rurales, para poder trabajar con estas plataformas.
Este tipo de formaciones cuentan con el apoyo de Caja Rural de Navarra. Por su parte, el programa de formación de INTIA está cofinanciado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural y por el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra.