INTIA organiza una visita a manzanos de montaña en Lleida por el auge de este cultivo en Navarra
La visita se realizado en colaboración con la Asociación Sagarrica y ha permitido explorar otro territorio e intercambiar conocimientos basados en los mismos valores agroecológicos.
13 de septiembre de 2024.- La sociedad pública INTIA, en colaboración con la Asociación Sagarrica, que agrupa a productores de manzana para sidra, llevó a cabo los pasados días 4 y 5 de septiembre una visita a la zona de cultivo de manzana de montaña del Vall de Lord, en Lleida, gestionada por la Cooperativa Biolord. Esta cooperativa produce de manera ecológica y reúne a un grupo de productores y productoras que almacenan, distribuyen y comercializan sus manzanas de forma colectiva.
Durante la visita, las personas que asistieron pudieron conocer diferentes fincas en Sant Llorenç de Morunys y la zona de Molsosa, en la comarca del Solsonés. El tamaño medio de estas fincas es de 2,5 hectáreas, y actualmente la cooperativa cuenta con un grupo de 10 personas que producen, quienes reciben asesoramiento de la microcooperativa Arreu, que proporciona acompañamiento agroecológico a través de la ADV Pirineu.
Entre los principales retos que enfrenta esta zona destacan las heladas primaverales, que afectan parcial o totalmente las cosechas dos de cada tres años. Estas "heladas negras" ocurren cuando la temperatura baja de los 0°C, pero la humedad es muy baja, lo que impide la formación de hielo en las plantas, dejando los tejidos vegetales desprotegidos frente al frío. Otro desafío importante es la plaga de la carpocapsa. A pesar de que los suelos de la región presentan un alto contenido de materia orgánica (entre el 4 y 5%), la mineralización es reducida al final del invierno, cuando los suelos aún están fríos y los nutrientes esenciales, como el nitrógeno, no están disponibles para los árboles. Para enfrentar esta situación, algunas personas del sector aplican enmiendas, mientras que otras están considerando realizar un laboreo superficial para mejorar la mineralización.
La cooperativa dispone de un campo experimental con 40 variedades de manzanas, tanto comerciales como tradicionales, en colaboración con el IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias). Además, cuentan con la marca registrada "Poma de muntanya BIOLORD", que se distingue por su alta calidad, compacta textura y mayor período de conservación en comparación con manzanas cultivadas en zonas más cálidas y de menor altitud.
Para conservar sus manzanas, disponen de dos cámaras de almacenamiento sin atmósfera controlada (a temperaturas de entre 0 y 2°C), donde se mantienen hasta marzo o abril. Las manzanas de menor calidad se destinan a la elaboración de diversos productos como sidra, zumo, vinagre, mermelada y aguardiente, que son transformados en un obrador de una de las socias ubicado en Francia.
La cooperativa ha asegurado la venta de sus productos sin necesidad de realizar actividades comerciales, ya que han sido buscados por diversos compradores. Venden a pequeños establecimientos, grupos de consumo y un supermercado, alcanzando un total de 180 puntos de venta. La distribución la asume la propia cooperativa, enviando diariamente una furgoneta a los diferentes destinos. Además, participan semanalmente en el Mercat de la Terra en Barcelona, perteneciente a Slow Food, donde logran altas ventas y refuerzan la relación con los clientes.
El cultivo de manzana en zonas de montaña ha estado presente históricamente, y en los últimos años ha atraído a nuevos productores en Navarra, tanto para manzanas de mesa como para sidra. El manzano se adapta a diversas condiciones edafoclimáticas y mejora su calidad en climas frescos, preferentemente con veranos suaves y temperaturas moderadas.
El cultivo de este frutal en zonas de montaña contribuye a la diversificación económica de un territorio que ha enfrentado dificultades, al ofrecer un alimento de calidad integrado en la agricultura de proximidad, manteniendo la biodiversidad y empleando técnicas de producción respetuosas con las personas y el medio ambiente, enmarcadas en prácticas agroecológicas.
Por estas razones, desde el sector surgió el interés en conocer otras zonas con procesos colectivos similares de transformación, comercialización y distribución. Gracias a esta visita, se ha tenido la oportunidad de explorar otro territorio e intercambiar conocimientos basados en los mismos valores agroecológicos.
Desde 2012
La cooperativa Biolord nació en 2012, impulsada por la inquietud de varios vecinos y vecinas del valle que, tras una regresión del sector agrario debido al aumento de segundas residencias y la dependencia de una única industria en la zona, decidieron devolver el sector primario al centro del desarrollo económico local. A través del cultivo de manzana ecológica, han logrado revalorizar la tierra y reconstruir la economía de montaña.