El equipo de asesoramiento ganadero de INTIA constata la merma que las altas temperaturas y la ausencia de lluvias han causado en la producción de forraje, principal sustento alimenticio empleado en las explotaciones de ganado de Navarra. El único aspecto positivo es que la calidad de la hierba que ha podido recogerse ha sido de buena calidad, salvo en algunas zonas del Pirineo. Este junio tan cálido complicará el cultivo de maíz forrajero, alternativa al que se aferra el sector para poder abaratar costes ante el repunte del precio del pienso.