El intenso calor impedirá un segundo corte de hierba para la producción de más forraje
El equipo de asesoramiento ganadero de INTIA constata la merma que las altas temperaturas y la ausencia de lluvias han causado en la producción de forraje, principal sustento alimenticio empleado en las explotaciones de ganado de Navarra. El único aspecto positivo es que la calidad de la hierba que ha podido recogerse ha sido de buena calidad, salvo en algunas zonas del Pirineo. Este junio tan cálido complicará el cultivo de maíz forrajero, alternativa al que se aferra el sector para poder abaratar costes ante el repunte del precio del pienso.
17 de junio de 2022.- El equipo de asesoramiento ganadero de INTIA asegura que la producción de forraje para ganadería se ha reducido de manera considerable por efecto de las altas temperaturas y la ausencia de lluvias en mayo. Además, el calor de la primera quincena de junio imposibilitará un segundo corte de hierba lo que hará que el descenso en el aprovisionamiento de forraje será todavía mayor. Por otra parte, este escenario de altas temperaturas está ocasionando una menor disponibilidad de alimentación y agua para el ganado que pasta en las zonas de montaña.
Sin embargo, a pesar de esta diminución de la cantidad de hierba recogida para la alimentación de ganado, en comparación con campañas anteriores, la calidad del forraje ha sido buena porque ha podido secarse en condiciones más favorables. Algo que no ha ocurrido en la zona nororiental de Navarra donde el corte de hierba se realiza en junio, lo que ha repercutido de manera negativa no solamente en la producción sino también en la calidad de este forraje.
A pesar de que la oferta de hierba para ser pastada ha sido algo más escasa que otros inviernos e inicio de primavera, el mes de abril relativamente seco, unido a unos precios del pienso altos y con tendencia alcista, ha motivado que las explotaciones hayan decidido adelantar unas semanas la salida al campo tanto de las ovejas de leche como del vacuno de carne.
En este sentido, cabe señalar que la producción de forrajes ha estado muy condicionada por los altos precios de los fertilizantes, tanto de los nitrogenados (en torno a 1.000 €/Tm), como los abonos de fondo, que han condicionado su reparto, bien limitando las cantidades distribuidas e incluso dejando de abonar sobre todo en el caso de los abonados de fondo. A esto hay que sumar el incremento del precio del gasóleo que han encarecido las labores de recolección, según apuntan desde el equipo de asesoramiento ganadero.
Cultivo de maíz forrajero
Aunque la siembra para el cultivo de maíz forrajero se ha realizado en óptimas condiciones de preparación de terreno, el intenso calor de los últimos días ha dificultado de manera importante su nascencia como consecuencia de la sequedad del suelo. Esta situación ha propiciado ataques de córvidos y gusanos de tierra con su consiguiente afección en los cultivos. En unos casos se han realizado tratamientos insecticidas y cuando la perdida de plantas ha sido importante, se ha tenido que resembrar alguna parcela con variedades de ciclo corto.
Debido al repunte del precio de forrajes y concentrados, el número de hectáreas de cultivo de maíz forrajero se ha visto incremento con respecto a años anteriores. De esta manera, las explotaciones pueden abaratar los gastos de alimentación al obtener más cantidad de forraje propio y depender en menor medida de piensos y forrajes adquiridos a terceros. Como dato, en los últimos 6 meses, el precio de forrajes y pienso ha subido en torno al 35%.
Pastos de altura
Los puertos o pastos de altura de uso comunal pastoreados durante el periodo estival por el ganado de cría en producción extensiva también se han visto afectados por el excesivo calor y la ausencia de precipitaciones
En los puertos más meridionales, Urbasa-Andia, Aralar y estribaciones, encontramos zonas en las que el pasto va tomando el aspecto rojizo que nos indica que la hierba se ha secado (más apreciable en Andia). La falta de producción vegetal es patente y los animales podrían empezar a acusar en poco tiempo la falta de alimento. Por otro lado, la disponibilidad de agua en algunas zonas de uso comunal podría correr peligro de desabastecimiento. La situación, según el personal técnico de INTIA, es la que en otros años nos encontramos en un mes de agosto.
Los puertos más septentrionales no están sufriendo tan agudamente este proceso de falta de alimento para los animales. Pero cabe reseñar que el exceso de calor de mayo y la falta de precipitaciones ha hecho que haya menos reserva de pasto a la entrada de animales. Son los puertos de altura de Salazar y Roncal los más afectados ya que tienen menos influencia del Cantábrico.
Aumento de plagas y enfermedades en animales
Debido a que cada vez los inviernos son más suaves y las temperaturas van ascendiendo a lo largo de todo el año, las enfermedades que son transmitidas por vectores aumentan puesto que éstos conviven mejor en zonas cálidas. Prueba de ello es que ya hace varios años se diagnosticó lengua azul (transmitida por un culicoide) y por ello se están realizando campañas de vacunación en ovino y vacuno. También llevamos varios años con el virus de Schmallemberg transmitida por un mosquito que cada vez vive en zonas más al norte y que provoca abortos y malformaciones en ovino y vacuno.
A esto hay que añadir el riesgo cada vez mayor del virus del Nilo (West Nile), que afecta tanto a equinos como a seres humanos y que ya ha aparecido en Andalucía. Se trata de un virus que se transmite por un mosquito que se adapta a zonas cálidas y húmedas, estando ya el Valle del Ebro en alerta para su posible aparición.
Y por último esta subida atípica de temperaturas en mayo ha provocado una proliferación de garrapatas en campo que son transmisoras de enfermedades tanto en humanos con la enfermedad de Lyme o la borreliosis, como enfermedades en animales domésticos como babesiosis, theileriosis, anaplasmosis, piroplasmosis, que pueden provocar la muerte en estos animales.