Celebrado el III Encuentro de empresas Reyno Gourmet, marca de garantía gestionada por INTIA

El pasado 28 de noviembre se celebró en Pamplona / Iruña, en el Pabellón Navarra Arena, el III Encuentro de Empresas Reyno Gourmet. El evento reunió a más de un centenar de personas pertenecientes a las empresas de la Marca Reyno Gourmet además de representantes de los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Calidad de Navarra, Producción Ecológica, Producción Integrada y Alimentos Artesanos.

El acto contó con la intervención de Juan Manuel Intxaurrandieta, gerente de INTIA, que repasó algunas de las acciones de promoción que se han desarrollado durante 2018 y que han incluido ciudades grandes, como Bilbao, Madrid, Barcelona o incluso Dusseldorf, algunas otras más pequeñas, como Biarritz o la propia Pamplona / Iruña e incluso localidades pequeñas como Urraúl Alto, Cáseda / Kaseda o Etxauri en un intento de llegar allí donde se encuentren quienes consumen productos de calidad.

La marca Reyno Gourmet se gestiona desde la sociedad pública INTIA que se encarga, por un lado, de realizar el control y certificación de los productos (como garantía de calidad y origen) y, por otro, de llevar a cabo la promoción y difusión de los mismos con una estrategia global de comunicación que permite fomentar su conocimiento y reforzar su comercialización.

El acto contó con la presencia de Edurne Pasaban, primera mujer en subir los catorce ocho miles de la tierra y que acaba de regresar de una expedición solidaria a Nepal para visibilizar la situación de las mujeres en la región y por la que ha sido homenajeada por el Consejo Superior de Deportes y el Instituto de la Mujer. Pasaban centró su intervención en lo que ha sido y es la pasión de su vida: el montañismo y afirmó que, pese a lo que pueda parecer, “hay muchos paralelismos entre subir una montaña y dirigir una empresa. Porque todos tenemos retos, todos tenemos metas que queremos alcanzar, y todos tenemos un K2” refiriéndose, en este último punto, al miedo que a veces nos atenaza y al que podemos responder de dos maneras “como víctimas, afirmando que no seremos capaces de alcanzar nuestros objetivos, o como protagonistas, afrontándolos e intentando superarlos”. Edurne Pasaban, quiso destacar la importancia del equipo como parte fundamental de la vida, porque “el verdadero equipo es aquel que no te deja tirada a 7.500 metros y el que no te abandona cuando pasas por un mal momento” refiriéndose a la depresión que sufrió en 2006 y que le mantuvo durante algunos meses alejada de unas cumbres que hasta ese momento habían sido su vida. “Solo con la ayuda de las buenas personas, de aquellos que te quieren y te rodean, somos capaces de superar las dificultades”. Ella lo hizo y en el año 2011 logró alcanzar el reto que se había marcado: conquistar las catorce cumbres más altas de la tierra, convirtiéndose así en la primera mujer que lo conseguía.

Además, el programa contó con la colaboración del nutricionista y cocinero Juan Carlos Fernández. ¿Qué necesidades nutricionales tiene una persona que va a acometer el ascenso al Everest? Bajo esta premisa, Juan Carlos Fernández, presentó una demostración culinaria-showcooking en la que, guiado por las indicaciones que le fue dando la propia Pasaban, confeccionó un menú elaborado íntegramente con productos navarros que respondiera a las necesidades nutricionales que puede tener una deportista de ese nivel. Juan Carlos Fernández, que cocinó en circunstancias similares a las de un campamento base (con hornillo de gas, una sartén de hierro y fiambreras de las que llevan los alpinistas a sus expediciones) elaboró un arroz con Cordero de Navarra y Queso Roncal, importante por su aporte de hidratos de carbono y grasa saludable con un gran aporte energético; unos Pimientos del Piquillo de Lodosa, ricos en vitamina C; y unos Espárragos de Navarra, que, gracias a su alto contenido de agua, ayudan a mantenerse hidratado, algo esencial para los alpinistas. La propia Pasaban relató que en su primer intento de ascensión a un ochomil, contaron con dos contenedores de Espárragos de Navarra que un proveedor les donó para el grupo integrante de la expedición “y que fueron un rotundo éxito. No hicimos cumbre aquel año, pero en nuestro campamento base fue en el que mejor se comía”. Juan Carlos Fernández además preparó solomillo de Ternera de Navarra; Queso Roncal con mermelada de aceite; cuajada con mermelada de manzana y sidra; sin olvidarse del chocolate, “imprescindible por su gran aporte energético”; y caramelos de piñones, “mucho mejores que las barritas energéticas”. Pasaban destacó que la inclusión de un médico nutricionista en el equipo supuso un antes y un después en las ascensiones porque consiguieron mejorar sensiblemente sus condiciones físicas y, sobre todo, su recuperación. Para la alpinista, además, la alimentación es esencial no sólo por su aporte nutricional sino “por lo que aporta a la cabeza. Nos gusta llevarnos lo que comemos habitualmente porque esos productos nos trasladan a casa, a nuestro hogar. Por eso en nuestra mochila no falta nunca por ejemplo, el queso”.

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Viernes, 14 de diciembre de 2018