Aspectos a tener en cuenta para un buen funcionamiento de los herbicidas
En este momento, las parcelas con problemas de vallico/colazorra/bromo tienen que está ya tratadas, sobre todo las siembras más tempranas. A partir de ahora, es muy difícil tener buenas eficacias con estas hierbas demasiado desarrolladas y muy abundantes. Hay veces que es mejor levantar una parcela o dejarla para el ganado, que tratarla con herbicidas en estas condiciones.
17 de enero de 2023.- Se repite demasiado la situación en la que, tras gastar mucho dinero en herbicidas, la campaña finaliza con las parcelas sucias y así, año tras año, va empeorando la situación de partida. Por ello, recordamos las características de los herbicidas que estamos utilizando desde la siembra.
Entre las materias activas disponibles hoy en día no hay un súper herbicida que solucione todos los problemas. Para optimizar al máximo el uso de los herbicidas hay que tener en cuenta sus particularidades técnicas, después será la climatología el factor determinante para el éxito o el fracaso.
Para el buen funcionamiento de los herbicidas hay que tener en cuenta:
MATERIA ACTIVA: no todas las materias activas sirven para controlar todas las especies. Unas son más específicas que otras y algunas controlan varias especies, por lo que hay que dar con la combinación más idónea.
DOSIS: modularla en función de la textura del suelo. En suelos de texturas pesadas, arcillosas y alto contenido de materia orgánica se pueden utilizar las dosis más altas; en caso contrario, se usarán las más bajas o incluso no se aplicará ninguna dosis.
SUELO: tiene que estar bien preparado y sin tormos. Si se hace un pase de molón, se hará antes del herbicida. Si el herbicida no se incorpora con agua/riego, no funcionará. En este apartado, hay que aclarar que, en una siembra directa, la presencia de más o menos residuos orgánicos puede alterar el funcionamiento de un herbicida radicular concreto. No vale cualquier estrategia en estos casos y habrá que estudiar la situación de partida y el problema a resolver.
SIEMBRA: tiene que ser lo suficientemente profunda y no pueden quedar semillas en superficie. Si el herbicida entra en contacto directo con la semilla, puede no germinar. Si no se hace la siembra correctamente, habrá que esperar a la post emergencia temprana para realizar el tratamiento.
ESTADO FENOLÓGICO: estos tratamientos son efectivos desde preemergencia de las malas hierbas y cultivo hasta la post emergencia temprana, 2 hojas verdaderas de las malas hierbas, evitando el momento en el que el cultivo está emergiendo. Más allá de las 2-2,5 hojas de la malas hierba gramínea, la eficacia de estos herbicidas disminuye muy rápido.
CONDICIONES CLIMÁTICAS: estos herbicidas tienen que incorporarse al suelo con agua, si no bajan mucho su eficacia. Una incorporación excesiva puede ser positiva para la eficacia y negativa para la selectividad, al igual que las heladas continuadas.
FITOTOXICIDAD: una dosificación excesiva, una siembra somera o una incorporación excesiva con una gran cantidad de agua en poco tiempo pueden provocar fitotoxicidades importantes.
En este último caso, también puede ocurrir que un encharcamiento prolongado provoque un estrés por asfixia y no haya absorción de herbicida.
Las temperaturas por debajo de cero durante varios días consecutivos, a la vez que hacen que el herbicida funcione mejor, también pueden provocar que aparezcan daños en el cultivo. Si las condiciones posteriores son buenas para que se recupere el cultivo (ausencia de sequía) no habrá incidencia negativa en el rendimiento.
Información obtenida del artículo sobre Balance de Campaña y Recomendación de variedades en cultivos extensivos de la revista Navarra Agraria, editada por INTIA.