Una estrategia de riego deficitario controlado a partir del estado de crecimiento del fruto permite un incremento de la calidad del tomate, además de suponer un ahorro superior al 20% de un recurso limitado como es el agua de riego. Este es uno de los resultados del proyecto INIA, el que ha participado INTIA, presentado en la jornada celebrada ayer 17 de diciembre en Cadreita.